Pastillas para adelgazar: ¿milagro o peligro?
Cuando se trata de perder peso, sabemos que no hay resultado positivo sin sacrificio. Pero cuando, para alcanzar el objetivo, debemos perder varios kilos, el sacrificio se alarga en el tiempo y comienza la impaciencia y la desesperanza, por lo que podemos caer en la tentación de probar los remedios milagrosos que prometen lo imposible.
No es que estemos en contra de las pastillas para adelgazar, sólo estamos en contra de tomar medicamentos que pueden tener efectos secundarios cuando, a lo mejor, en nuestro caso, no están indicados.
En la actualidad sólo existe un medicamento aprobado para el tratamiento de la obesidad y siempre ha de ser tomado bajo prescripción médica y en situaciones muy concretas. Este medicamento se llama Orlistat.
– Orlistat (Xenical): actúa inhibiendo la absorción de las grasas, ya que inhibe a la lipasa pancreática y sin esta enzima los triglicéridos de la dieta no pueden absorberse en el intestino y son eliminados por las heces.

Otros tipos de pastillas para adelgazar se aprobaron y comercializaron, pero posteriormente se retiraron del mercado, ya que, se comprobó que tenían efectos secundarios graves para la salud. Es el caso de la Sibutramina y el Rimonabant.
El uso de Rimonabant aumentaba la posibilidad de sufrir trastornos psiquiátricos severos como depresión con riesgo de suicidio.
La Sibutramina (un anorexígeno de la familia de las anfetaminas) se retiró del mercado por aumentar el riesgo de padecer problemas cardiovasculares y adicción.
En la actualidad el Orlistat (Xenical) se emplea en el tratamiento de la obesidad con IMC mayor o igual a 30 y del sobrepeso con índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 28 con factores de riesgo asociados (como diabetes, hipertensión…).
Por tanto, este medicamento no estaría recomendado en la gran mayoría de los casos en que queremos perder algo de peso.
Otro tipo de pastillas para adelgazar, pero que no se pueden considerar como fármacos para tratar la obesidad, son los diuréticos y laxantes.

Este tipo de medicamentos harán que perdamos peso, pero no a base de perder grasa acumulada, sino líquido, lo que puede producir desequilibrios hidroelectrolíticos y deshidratación. Los diuréticos serán útiles si tenemos problemas de retención de líquido y los laxantes, si tenemos problemas de estreñimiento.
Pero la grasa seguirá estando en el mismo sitio.
Desde aquí os aconsejamos prudencia, dieta sana, ejercicio y si es necesario, la ayuda farmacológica que decida un especialista. Lo importante es estar sanos. Las pastillas para adelgazar deben ser un recurso de última fila, dando prioridad a los métodos más naturales.