Los peligros de la dieta de la alcachofa.
Debemos decirlo: hacer la dieta de la alcachofa no es sano.
Es cierto que comer alcachofas sí lo es, pero lo que no es sano es hacer una dieta desequilibrada y monotemática, es decir, comer prácticamente un único alimento.
Si analizamos la dieta de la alcachofa, podemos observar que además de que la cantidad de calorías diarias es insuficiente, las proteínas de la dieta son prácticamente inexistentes: no se come ningún alimento de origen animal excepto lácteos desnatados y como cereales, sólo se toma arroz (bueno, y un par de tostadas de pan integral). Tampoco se toman legumbres ni frutos secos (fuentes de proteínas si seguimos una dieta vegetariana). Puesto que el organismo seguirá necesitando proteínas, las obtendrá de su fuente principal en ausencia de las proteínas de la dieta: el músculo.

Con esta dieta se consigue una rápida pérdida de peso, pero a base de la pérdida de líquido y de la masa muscular. El líquido perdido lo recuperaremos en cuanto comamos con normalidad, pero la recuperación muscular puede ser más compleja.
Algunos de los principales peligros de la dieta de la alcachofa son:
- Mareos, irritabilidad, dolores de cabeza y depresión.
- Pérdida de masa muscular.
- Efecto rebote (o efecto yo-yo).
- Déficit nutricional importante si se prolonga en el tiempo con casos de hipoproteinemia y anemia.
- Alteraciones gastrointestinales.
- Sequedad de la piel.
- Pérdida de cabello.
- Intolerancia al frio.
- Uñas quebradizas.

- Mayor vulnerabilidad ante las enfermedades infecciosas.
- En las mujeres puede aparecer amenorrea (desaparición de la regla).
- Insomnio y ansiedad.
- Cambios de humor.
- Alteraciones del ritmo cardiaco.
- Problemas renales.
Esta dieta no es recomendable para nadie al ser tan desequilibrada y restrictiva, pero es especialmente peligrosa en niños, adolescentes, embarazadas, mujeres lactantes y enfermos o personas convalecientes de cualquier enfermedad.
Por: Salud Delgado Fuentes