A día de hoy, existen diferentes tendencias estéticas en todos los ámbitos de la belleza, sin embargo, ¿Quién no ha deseado alguna vez pulir algún detalle de su cuerpo? La realidad es que la mayoría de nosotros, si no es a diario, cada vez que vemos llegar el verano comenzamos la famosa “operación bikini”. Esto, al fin y al cabo, no son sino planes consistentes en cambiar nuestros hábitos de vida que pueden ir desde la alimentación, cirugías estéticas o la práctica de deporte con el fin de mejorar nuestro físico. Bien es cierto que, a día de hoy cada vez existen más profesionales dispuestos a darnos las directrices necesarias para llevar a cabo estos planes de la manera más sana posible.
Estos profesionales surgen para el rescate de esas famosas dietas milagro y planes “in extremis” que prometen aquello que uno desea y que, siendo casi imposible cumplir con los objetivos, el precio a pagar en materia de salud es muy alto. Resulta por tanto llamativo que dietas que produzcan resultados rápidos, a su vez, provoquen déficits alimenticios. En concreto, algo que cualquier persona que se proponga pulir esos detalles puede utilizar es un cambio en la alimentación, ya que, aunque por ejemplo, el deporte sea una opción muy recurrente, esto lo puede realizar una persona que esté lesionada o menos preparada.
Una vez mencionados estos métodos para lograr un cambio en nuestros hábitos alimenticios, podemos también recurrir a métodos como liposucciones o cirugía de aumento de pecho. Este último, el aumento de pecho, está siendo especial objeto de demanda, ya que la ciencia avanza y a día de hoy este proceso se ha convertido en algo sencillo para los profesionales y de rápida y cómoda recuperación para los pacientes.

Seguramente, algo que no conocías es que un cambio alimenticio también puede llevarte a tener un pecho más voluminoso y firme.
Esto se comprende mediante el equilibrio hormonal, el cual lleva a nuestro cuerpo a un nivel hormonal saludable y eleva el nivel de estrógenos. Hay que tener en cuenta que la carga hormonal para mujeres puede comportarse a veces como una ‘montaña rusa’, ya que el equilibrio promueve efectos positivos y, a su vez, un exceso de los mismos puede resultar peligroso Por ello, controlar este aspecto es importantísimo.
Por su parte, será necesaria también una buena proporción de músculo y grasa creando un metabolismo adecuado. Se trata, por tanto, de una relación de retroalimentación puesto que ese metabolismo producido equilibra el nivel hormonal.
Respecto a esta relación existen, por tanto, alimentos que pueden ayudarnos a conseguir ese equilibrio. Un buen ejemplo de ellos son los alimentos ricos en fibroestrógenos, como el pollo, con un alto valor de proteína que pueden ayudarnos a conseguir esa armonía entre músculo y grasa. La soja, que se puede obtener de muy diversas maneras, es un alimento a destacar también ya que es uno de los que más contenido proteico tiene por cada 100 gramos. Por su parte, el perejil será el aderezo ideal para estas comidas por su capacidad para regular nuestro nivel de estrógenos.
Para el control y la producción hormonal, existen frutas como las ciruelas, las manzanas o las cerezas. Por su parte, alimentos que contienen muchos aminoácidos son primordiales para la síntesis proteica y para ese equilibrio del que hablamos (aunque habrá que equilibrar su ingesta, ya que su contenido de grasas puede aumentar el peso). De la misma manera, los frutos secos tienen un alto valor proteico, pero también un importante contenido de grasa, por lo que habrá que elegir la cantidad y el momento de ingerirlas.
En conclusión, no podemos terminar sin mencionar la dificultad para conseguir estos resultados y la paciencia necesaria para lograrlos. Sin embargo, intentar conseguir un pecho más grande mediante un cambio alimenticio nunca será una mala opción, ya que, como poco, habrás mejorado tus hábitos de vida y tu salud.
Además no hace falta decir que todo lo anterior, acompañado de una actividad física habitual, ayudará enormemente a la pronta consecución de los resultados de una forma más eficaz.