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Actualmente, se conocen los innumerables beneficios tanto a nivel físico como psicológico de la lactancia materna o natural. Sin embargo, no debemos olvidar que existen determinadas situaciones en las que quizá sea necesario decantarse por la opción de la lactancia artificial mediante leche de fórmula para bebés.
Las circunstancias de cada madre y de cada familia son diferentes por lo que si, por el motivo que sea, decides dar a tu bebé leche de fórmula no debes culpabilizarte, ya que la lactancia artificial con leche de fórmula está pensada para proporcionar todos los nutrientes que tu hijo necesita.
Como ya hemos mencionado, si estás dudando sobre la posibilidad de alimentar a tu hijo de manera artificial, te puede resultar útil leer este artículo en el que vamos a intentar aclarar un poco más este tema, para, antes de elegir la mejor leche de fórmula para bebés, analizar las ventajas y desventajas de este tipo de alimentación.
Principales ventajas de la leche de fórmula
Mayor implicación del padre
Es evidente que, cuando optamos por la lactancia materna, esta solo puede llevarla a cabo la madre. Se han publicado gran cantidad de estudios que afirman que la lactancia materna fomenta la creación de un estrecho vínculo madre-hijo. Sin embargo, esto puede hacer que el padre se vea algo excluido. Si nos decidimos por la leche de fórmula, el acto de alimentar al bebé puede también realizarlo el padre, haciendo que se vea más implicado y vinculado afectivamente con su hijo desde el principio.
Mayor tiempo de descanso para la madre
Al igual que en el punto anterior, es evidente que, por muy cansada que esté la mamá, si da el pecho tendrá que hacerlo en cada una de las tomas. Si la alimentación es con leche de fórmula, cuando la madre necesite descanso, podrá ocuparse del bebé otro miembro de la familia. Esto puede hacer que la madre se recupere de una mala noche o tenga algo de tiempo para sí misma.
La lactancia mediante leche de fórmula es compatible con cualquier tratamiento médico que deba seguir la madre
Al igual que ocurre en el embarazo, durante la lactancia la madre debe tener mucho cuidado con lo que come, lo que bebe y los medicamentos que toma, pues pueden llegar al bebé a través de la leche materna. Por este motivo, en muchas ocasiones en las que la madre necesita seguir un tratamiento médico, se contraindica la lactancia natural. En estos casos, la leche de fórmula será indudablemente la opción más indicada.
Principales desventajas de la leche de fórmula
- La leche de fórmula, a pesar de poseer todos los nutrientes que el bebé necesita para su desarrollo, carece de los anticuerpos (defensas) que le ofrece la leche materna. Esto puede hacer al bebé más susceptible de padecer infecciones o de desarrollar futuras alergias.
- Mientras que la leche materna siempre está disponible, a punto y a la temperatura correcta, cuando alimentamos a un bebé con leche de fórmula tendremos que tener en cuenta todo el material que necesitaremos: biberones, agua mineral (si se trata de leche en polvo), escobillas para limpiar los biberones y productos para esterilizarlos adecuadamente. También deberemos tener en cuenta que una vez reconstituida la leche no deberá conservarse fuera de la nevera y que, para que el niño no rechace el alimento, deberá estar a la temperatura adecuada, así que, si estamos fuera de casa, habrá que buscar un sitio donde puedan calentarnos el biberón.
- Deberemos tener siempre la precaución de comprobar la temperatura de la leche antes de dársela a nuestro bebé, ya que existe el riesgo de provocarle una quemadura si la leche se calienta demasiado.
- Deberemos tener cuidado de que el bebé no trague demasiado aire mientras come (es más frecuente en los bebés alimentados con biberón).
- Deberemos asegurarnos de que la tetina del biberón tiene el tamaño y el orificio adecuados para que la leche no salga demasiado rápido (el bebé podría atragantarse), ni salga con tanta dificultad que el bebé se canse antes de terminar la toma.
- Otro punto a tener en cuenta es el de la digestibilidad. La leche materna es más fácil de digerir por el aparato digestivo del bebé que la leche de fórmula. Por este motivo, los bebés alimentados con leche de fórmula pueden tener más riesgo de padecer gases, cólicos y estreñimiento.
Esperamos que este artículo os haya resultado de interés y pueda ayudaros a escoger cuál es la mejor opción, en cada caso, para alimentar a vuestro bebé.