Lesiones típicas del corredor: Tendinitis rotuliana
Javier Fuertes Sánchez
Una de las lesiones más típicas, aunque no exclusivas, del mundo del running es la tendinitis rotuliana. Aunque puede afectar a gran cantidad de corredores, también afecta a otros deportistas que practican ejercicios de impacto (el tenista Rafa Nadal es un ejemplo de ello)
También se conoce como rodilla de saltador.
La tendinitis rotuliana cursa con la inflamación del tendón rotuliano y si no se cura bien, se prolongará en el tiempo y puede llegar a producirse incluso una rotura de este tendón.
El tendón rotuliano es uno de los tendones, que junto con el tendón del cuádriceps, se encargan de dar movilidad y estabilidad a la articulación de la rodilla.

La lesión del tendón rotuliano (tendinitis rotuliana) suele producirse por microtraumatismos repetidos durante la carrera, o bien por un gesto brusco mal realizado, como por ejemplo, un salto o un cambio repentino de dirección.
Los síntomas más frecuentes de la tendinitis rotuliana son:
– Dolor en la zona anterior de la rodilla.
– Dolor al flexionar la rodilla. Dificultad para subir escaleras, saltar o agacharse en cuclillas.
– Rigidez.
– Puede haber inflamación visible con calor, tumefacción e hinchazón de la articulación.
El tratamiento variará en función del grado de lesión. En casos leves puede que el médico recomiende simplemente reposo, aplicación de frío a nivel local y la toma de algún antiinflamatorio.
Otras medidas que pueden recomendarse serán:
– Utilización de banda infrarrotuliana o banda Chopat para dar mayor sostén a la rodilla y a la rótula.
– Elevación de la rodilla cuando el deportista esté en reposo (sentarse con la pierna sobre un taburete con una almohada bajo la rodilla) para ayudar a disminuir el dolor y la inflamación.
– Masajes.
– Ejercicios de rehabilitación destinados a fortalecer el cuádriceps y los músculos de las pantorrillas, para así evitar el exceso de sobrecarga de la articulación.
– En otras ocasiones puede ser necesario un tratamiento más agresivo, bien mediante inyecciones en la articulación o directamente mediante cirugía.
La principal prevención de esta lesión pasa, como casi siempre, por la utilización de un calzado apropiado, la evitación del sobreentrenamiento y la realización de un calentamiento correcto con ejercicios de estiramiento para el cuádriceps y músculos de la pantorrilla. Tampoco deberemos olvidar los estiramientos posteriores al ejercicio.