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Los mejores alimentos para mantener tu energía en otoño (1ª parte).
El verano ya nos dejó y los días, poco a poco, comienzan a acortarse. Pronto, nuestros parques comenzarán a verse decorados por los colores ocres y dorados con los que la naturaleza nos obsequia en estas fechas.
Personalmente a mí me encantan los cambios de estación. No me veo afectada por la melancolía que supone para muchos el fin del calor y pienso que todas las épocas del año tienen su encanto.
A pesar de ello, soy consciente de que con la bajada de las temperaturas, la disminución de horas de luz y los días lluviosos, muchas personas se vean afectadas por cierta tendencia a la tristeza debido a un descenso de su energía vital (con el comienzo del otoño la naturaleza se prepara para el frío ralentizando sus ritmos).
Esto, junto con el descenso de las temperaturas, puede hacer que además de encontrarnos más cansados, se vean disminuidas nuestras defensas naturales y nos sintamos «faltos de energía».
Por ello, lo mejor para evitar que nuestras defensas se resientan y podamos ser más vulnerables a gripes y resfriados, será aliarnos con la naturaleza para comer de la forma más apropiada a esta nueva estación.
Los mejores alimentos para mantener tu energía en otoño serán sobre todo, aquellos que la naturaleza (que es sabia) nos ofrece en esta época, es decir, los llamados alimentos de temporada.

Cítricos:
En esta época comienzan a aparecer los mejores cítricos: limones, naranjas, mandarinas…Todos ellos poseen gran contenido en vitamina C (antioxidante natural que además fortalece nuestras defensas). Estas frutas además son ricas en flavonoides (que ayudan a combatir problemas circulatorios y de retorno venoso) y agua.
El limón es también muy rico en potasio, por lo que además de ser antioxidante es mineralizante y tiene propiedades depurativas y diuréticas. Por otra parte, también estimula al sistema digestivo descongestionándolo y favoreciendo el buen funcionamiento de la vesícula biliar (imprescindible para la correcta digestión y absorción de las grasas).
Calabaza:
La calabaza es típica del otoño, por ello probablemente sea el símbolo de una de las fiestas más emblemáticas de esta época del año: Halloween.
La calabaza es rica en vitamina C, betacarotenos, potasio y fibra. Este alimento ayuda a reforzar nuestras defensas por su alto contenido en vitaminas y antioxidantes, a la vez que aporta muy pocas calorías por lo que ayuda a mantener nuestro peso adecuado mientras que nos prepara para los duros días de invierno.
Uvas:
Esta fruta es rica en antioxidantes. También es depurativa (ver: dieta depurativa). Es rica en glucosa, fructosa, vitamina B, hierro y potasio. Por todo ello, es una fruta muy recomendable para tomar después de hacer ejercicio (además, las pasas son uvas desecadas y debido a su alto valor energético pueden ser consideradas como las barritas energéticas de la naturaleza).
Las uvas frescas son ricas en flavonoides (antioxidante) y resveratrol (si se consumen con piel). El resveratrol además de ser antioxidante actúa como antifúngico (combate las infecciones por hongos).