Lesiones típicas del corredor. Tendinitis de Aquiles
La tendinitis de Aquiles es una de las lesiones más típicas del corredor, aunque también puede afectar a otros deportistas como jugadores de baloncesto, tenistas y, por supuesto, también a bailarines.
El tendón de Aquiles se encuentra en la parte posterior del pie, conectando el talón con los músculos de la pantorrilla, la función principal de este tendón es la flexión del pie. Se trata de un tendón imprescindible para la marcha y durante una carrera puede llegar a soportar fuerzas de hasta 500 kilos, por lo que sus lesiones son bastante frecuentes.
La tendinitis de Aquiles se produce por una inflamación de este tendón y puede ser muy dolorosa. Los síntomas principales son:
– Dolor encima del talón y en la parte postero-inferior de la pierna. El dolor aumenta tras hacer ejercicio. Empeora claramente con los saltos.
– El dolor o la molestia es peor por la mañana, tras el descanso nocturno. Al calentarse el tendón con el movimiento, suele mejorar.
– Puede haber nódulos y enrojecimiento visible en el recorrido del tendón.
Si piensas que puedes tener una tendinitis de Aquiles, lo mejor es que descanses en tu actividad deportiva y consultes con tu médico. El diagnóstico médico se realiza basándose en la sintomatología, la exploración, la ecografía y en ocasiones la Resonancia Magnética.
El tratamiento suele ser sencillo aunque, generalmente, lleva un tiempo; debes tener paciencia para evitar una lesión crónica del tendón:
– Deja de practicar el deporte que te ha causado la lesión. Evita correr y saltar, aunque quizá puedas seguir haciendo otro tipo de ejercicios que no sobrecarguen esta parte del cuerpo.
– Aplica frío local sobre el tendón si te duele tras el ejercicio.
– Utiliza un vendaje que te ayude a inmovilizar, proteger y descargar el tendón.
– Cuando estés en reposo, mantén la extremidad elevada. Esto ayuda a reducir la inflamación.
– Puede que el médico decida mandarte medicación (antiinflamatorios) si es necesario.
La mayoría de las tendinitis mejoran con reposo y tiempo. A partir de ese momento, deberás concentrarte en evitar que vuelva a suceder siguiendo algunos consejos preventivos, a la hora de retomar tu actividad deportiva.