Cómo debe ser una cena saludable

Cena saludable: cómo debe ser 

Una dieta equilibrada y saludable significa, dar a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios para su correcto mantenimiento, funcionamiento y desarrollo. Por tanto, a pesar del tradicional refrán que dice: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”, también en la cena deberemos incluir una serie de nutrientes imprescindibles, para afrontar las largas horas de ayuno hasta la mañana siguiente.

La cena influye directamente en la calidad de nuestro descanso nocturno. Una cena excesivamente copiosa o pesada, puede provocar dificultad para conciliar el sueño debido a pesadez, reflujo, gases, etc.

Por el contrario una cena demasiado frugal, o incluso inexistente, puede ser también la causa de una mala noche que termine en atracón nocturno, por tanto, la cena es importante y no debe ser saltada aunque tampoco debe ser una comida copiosa.

Las principales características de una cena saludable serán por tanto ligera, nutritiva y completa. Pero ¿cómo hacerlo?

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Cómo debe ser una cena saludable

Bien, en principio y como norma general, se aconseja reducir la ingesta de alimentos con gran aporte energético, ya que lógicamente, el cuerpo estará durante bastantes horas en reposo y su consumo será menor. Por lo tanto, lo ideal para plantear una cena saludable es reducir el consumo de alimentos ricos en grasa (además este tipo de alimentos provoca digestiones muy pesadas), de este modo evitaremos a la hora de la cena, embutidos, frituras, salsas y aderezos. También se aconseja evitar los carbohidratos de absorción rápida (alimentos ricos en azúcar).

Eso no significa que para hacer una cena saludable no tomemos carbohidratos, lo que significa es que, los hidratos de carbono que tomemos en la cena deberán ser de absorción lenta, como por ejemplo, pasta integral, arroz, verduras o patatas.

Los alimentos ricos en proteínas juegan a esta hora un papel fundamental, ya que se digieren con facilidad y provocan una prolongada sensación de saciedad. Los alimentos proteicos más recomendados para la última comida del día son las carnes magras, el pescado y los huevos.

Por último, un consejo para mejorar la calidad de nuestro sueño: No cenar inmediatamente antes de ir a la cama y hacerlo en un ambiente relajado y tranquilo, comiendo despacio, masticando bien y disfrutando de cada bocado.

Los alimentos que ayudan a dormir mejor y a combatir el insomnio son aquellos ricos en triptófano: leche y derivados lácteos, frutos secos, cereales integrales, huevos, carnes, pescados (sobre todo pescado azul) y plátanos (ver: Alimentos para dormir. Plátano para cenar).

Ya sabéis: a cenar bien y sano y dulces sueños. Te aconsejo también que veas el artículo: 7 ejemplos de cenas ligeras 

Por: Natalia López Bueno

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